3/02/2008

ROBERTO ZUCCO, BERNARD MARIE KOLTÉS



MARÍA RENÉE BATLLE

ARGUMENTO:

Roberto Zucco es un hombre que se dedica a matar sin motivo alguno. Huye de una cárcel bien resguardada. Mata a su padre, a su madre, a un inspector y a un niño. Paralelamente, se narra la historia de una niña quien se vé seducida por Zucco. Roberto, al final de la obra, fue descubierto y enviado nuevamente a la cárcel, pero valiéndose de sus tretas, engaña a los policías, se encarama al tejado y huye. Luego, se tira al vacío y se mata.


COMENTARIOS PERSONALES:

El personaje de Zucco fue sacado de la vida real de un criminal, en Italia. En la obra, Roberto es un hombre que huye de sí mismo y de la sociedad enajenante. No juzga ni explica sus crímenes. Tiene la certeza de ser invisible, a pesar de que ha ejecutado varios crímenes. “Soy un muchacho normal y razonable. Nunca hago nada para llamar la atención”. “Siempre pensé que la mejor manera para vivir tranquilo era procurando ser transparente como el cristal, traspasar los muros, no tener color ni olor”. Se repite a sí mismo su nombre. “Soy Roberto Zucco”, en un intento de recobrar su identidad perdida. Es un hombre amoral que mata sin ningún motivo, lo cual lo convierte en un héroe, según sus propias palabras, sin embargo, él mismo no se da cuenta de que lo es, al decir: “No soy un héroe. Los héroes son criminales”.

Es tan invisible para sí mismo, que no quiere pasar inadvertido: “No hay un solo héroe que no tenga la ropa manchada con sangre y la sangre es la única cosa en el mundo que no puede pasar inadvertida”. Es un hombre infeliz y probablemente por serlo, se vuelve frío, sádico, sin sentimientos ni remordimientos. En la obra no nos explican cómo fueron sus padres, sin embargo, pareciera que fue un niño u hombre invisible. Su pensamiento refleja la falta de amor “De todas maneras, nadie se interesa por nadie. Nadie. Me gustaría ser perro, así sería más feliz. Nadie se fijaría en mí”. Siempre está vigente ese deseo de invisibilidad. Pareciera que es un personaje invulnerable, pues a pesar de ejecutar varios crímenes, siempre sale incólume. Su destino final, la muerte, estuvo en sus manos al dar un salto en el vacío.

La hermana de la niña representa a la mujer que tampoco tiene identidad propia. Vive a costa de la hermana, la cuida, la protege, es su única razón de vida, por no tener vida propia. Vive arcaicamente su vida a través de la vida de la hermanita. Para no perderla, la mete en una jaula de cristal. Los mismos nombres que le da “gorrioncito”, “pajarito” (nombres de animales frágiles) son indicativos de un deseo de que su hermana nunca tenga el valor de hacer su vida basada en sus propias opiniones y necesidades: “Siempre te acordarás de las noches apacibles con tus padres, tu hermano y tu hermana”. Bien sabemos al leer la obra, que el padre era un borracho, un machista y un hombre agresivo y abusador. El hermano la vende, y la madre era una señora intransigente que quiere ampararse de las vejaciones y maltratos del marido, a través de sus hijas: “¿Y ustedes, por qué tan complacientes con ese viejo tarado? Me dejan sola para lidiar con ese borracho. Les importa un carajo que nos arruine con el alcohol. Son un par de idiotas que se la pasan hablando y hablando”. La niña procede no solo de un ambiente poco nutritivo, sino cohersivo. Al encontrarse con Roberto, descubre su sexualidad y se da cuenta de que su hermana, siendo una mujer mayor y soltera, se vuelve sobreprotectora porque no tiene nada en la vida que la aliente.

Se narran dos vidas paralelas: la de Roberto Zucco y la de la niña, personajes que se entrelazan en algún momento de sus vidas. La obra es un drama que representa el mal social, la falsa estructura moral, la falta de principios y valores, el crimen y el castigo. Es una obra realista, no solo porque está basada en la vida real de este personaje, sino porque narra con profundidad psicológica el drama de un criminal, con sus pensamientos y toda su enorme complejidad; le dice la señora, (un personaje secundario) “Qué tipo más raro es usted”. La obra tiene movimiento, progresividad, sobre todo en el incremento de códigos, de acciones físicas (crímenes, pensamientos). Las escenas, que aparecen cortadas, son coherentes, y poseen una conexión lógica. El discurso de Roberto, tiene impropiedad, el personaje de por sí es impropio, contiene muchas ambivalencias entre lo que es y dice ser. Finaliza con un personaje invisible, circunstancial, un desconocido a quien no le conocemos ni el nombre y que solo se acota con el nombre de “una voz”.

El discurso es simple, fácil de leer, comprensible. Es una obra compleja psicológicamente. El personaje de Roberto no es fácil de descifrar. Pareciera que tiene un pensamiento muy suyo, poco universal, sin códigos. Su patología, su mente criminal, obedece a los psociópatas, quienes no tienen ninguna culpa, obedecen a sus propias reglas antisociales, tienen conducta sádica y carecen de “insight” en el sentido de no ponerse en los talones del prójimo. No tienen empatía ni calor humano. Se pierden a sí mismos en sus propios laberintos de crueldad

1 comentario:

Anónimo dijo...

Obra basada en la realida de la vida, muestra una de sus facetas más frustrantes: el asesinato, que alguien le quite la vida a otro porque sí. Es una tragedia algo shakesperiana, hay un desfile de personajes, una serie de muertes, la vida de un muchacho que mató a sus padres a los 15 años y muere a los 25. El pesonaje es fuerte y medio loco, los demás cada uno representa su mundo. Zucco lleva a la perdición a una menor, agravando su mundo incomprensible de antisocial.

Luceta