3/06/2008

ESPERANDO A GODOT, SAMUEL BECKETT






MARÍA RENÉE BATLLE

ARGUMENTO:

Vladimir y Estragon, aguardan a Godot. Están situados en un campo abierto donde no hay nada, excepto un árbol que los cobija. Mientras esperan a Godot, llegan Pozzo y Lucky, el primero el amo y el segundo el esclavo.

Bruscamente, sale un muchacho quien les viene a anunciar que Godot no vendrá hoy, sino mañana. La jornada ha pasado y viene el siguiente día con la subsecuente espera. Por la tarde pasa lo mismo: un muchacho que sale de la nada, viene de parte de Godot con el encargo de que vendrá hasta mañana. Vladimir y Estragon se desesperan, pero siguen esperando a Godot. Mientras lo hacen, platican con Pozzo. Este pone a bailar y a pensar a Lucky para divertirlos. Vladimir y Estragon vuelven a quedar solos. Se cuestionan su vida, la espera, su amistad cercana, con diálogos cortos, imprecisos y carentes de mucho significado verbal. Incurren en temas repetitivos: el árbol, los zapatos, la espera, el lugar, la cuerda, Pozzo y Lucky.

Se les pasa por la mente la idea de suicidarse, pero luego la descartan. Incurren en la idea de irse, para luego arrepentirse porque tienen que esperar a Godot.

COMENTARIOS PERSONALES:

Obra en dos actos cuya metáfora es la espera. Becket es representativo de la época de la post-guerra, por lo cual su temática es una caracterización del vacío, de la esperanza, de la oscuridad, de los valores, del absurdo de la vida, de la quietud y del silencio. Es la batalla de la vida frente a la infructuosidad de todo lo vivido en el pasado y en el presente. Una esperanza en el futuro que nunca llega. La memoria se pierde en tanto acontecimiento, dejando el olvido como un arma para aquietar la mente. Se vé la vida como una contradicción: por un lado el deseo de vivir y por el otro, la muerte como una esperanza de redención. Obra del teatro absurdo, existencialista, moderno.

Se suscitan diálogos cortos, con respuestas y contenidos repetitivos. La espera, que constituye el tema principal, aparece incluso al final de la obra: “¿Qué? ¿Nos vamos?” “Vamos” “(No se mueven)”.

El nudo de la obra sigue siendo la espera. Ante la futilidad del tiempo, de los días que transcurren sin mayores cambios: una jornada tras otra experimentada como un vacío sin forma, la espera es su salvación ante la idea del suicidio. Los personajes carecen de complejidad. Se nota en ellos la ambivalencia de la desesperanza acompañada de la esperanza. Por un lado, expresan con palabras la necesidad de cambio. “No puedo seguir así” “¿Y si viene?” “Nos habremos salvado”.

Becket se vale de la palabra para la descripción de los pocos eventos. Mas que acción es un contínuo flujo de palabras que dicen y no dicen nada. Sí nos hablan del aburrimiento, del tedio, de los recuerdos, pero generalmente hay una interpelación de los unos con los otros, con repetidas esticomitias. El contenido y la forma apuntan siempre hacia lo mismo: palabras que expresan descontento, vacío, falta de contenido real y esperanza en la venida de Godot.

Hay muy pocos personajes: Estragon, Vladimir, Pozzo, Lucky y un muchacho, siendo los dos primeros los principales. Personaje ausente es Godot, quien probablemente está en otro espacio real. Los personajes se vuelven heróicos al aceptar su destino, sin embargo, lo aceptan con un grado superlativo de pasividad, probablemente porque carecen de opciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pienso que la obra (del absurdo) lleva el mensaje que la vida es una constante espera por algo que no llega nunca y puede interpretarse como la salvación en el caso concreto.Los amigos son codependientes y en la espera hacen lo que pueden por entretenarse, pasar el tiempo mientras llega lo que no llega.La obra tiene ciertos principios ¿morales? como la caridad, ayuda al prójimo, etc.
Tal es el aburrimiento de la espera que piensan en el suicidio, pero no pueden hacerlo pues esperan a Godot, quien puede llegar a convetirse, con su no presencia, en su salvación.

Luceta